Teniendo en cuenta el océano o el mar en el que desembocan, se distribuyen en tres vertientes hidrográficas: cantábrica, atlántica y mediterránea.
Los ríos que desembocan en el mar Cantábrico
Los principales ríos de la vertiente cantábrica son el Navia, Bidasoa, Nervión y Nalón.
Se caracterizan por ser cortos, caudalosos, rápidos y de régimen regular.
Los ríos que desembocan en el océano Atlántico
Los ríos gallegos son cortos, caudalosos y regulares. El principal es el Miño, con su afluente, el Sil.
Los ríos que recorren la Meseta son los más largos y caudalosos. Los principales son Duero, Tajo y Guadiana.
El río más largo que recorre Andalucía es el Guadalquivir.
Los ríos que desembocan en el mar Mediterráneo
En la vertiente mediterránea destaca el río Ebro, que es el más largo y caudaloso. El resto son más cortos y de régimen irregular.
Además del Ebro en el mar Mediterráneo desembocan el Ter, Llobregat, Turia, Júcar y Segura.