La imprenta se inventó en el año 1450. Más de 20 años tardó Johannes Gutemberg en terminar un ingenio revolucionario, que permitía la reproducción de libros a una velocidad muy grande para aquella época, y que hizo de los libros y la reproducción de escritos un producto masivo. Para ello se aprovechó de unas técnicas de impresión con planchas de madera, a las que añadió pequeñas piezas de metal, para cada una de las letras y una prensa. Con esta técnica, en 1454 se imprimieron 300 biblias.
